Los problemas forman parte de la vida y cuanto antes aceptemos esto menos sufriremos en el proceso. Desde la psicología cognitiva conductual, se proponen maneras potencialmente efectivas para gestionar los problemas y así mejorar la calidad de vida de las personas (D’Zurilla y Nezu, 2002).
La técnica de solución de problemas en concreto podría verse como un plan genérico sobre cómo abordar las situaciones:
Empecemos por lo esencial; definir el problema y las metas. Si algo he aprendido durante la universidad, es que las tareas cuando no se desglosan parecen enormes montañas imposibles de escalar, pero ¿y si lo vemos como paso a paso, etapa a etapa?
En esta primera parte, D’Zurilla y Golfried (1971) nos invitan a hacer descripciones concretas, realistas y precisas. Es decir, intentemos pasar del “estoy nervioso” al “me noto taquicardias y mareos cada vez que pienso en ir a los sitios solo”. Una vez localizado el problema, tenemos que plantearnos una meta realista y lógica. No tendría sentido que una persona que no se siente cómoda estando sola se ponga como meta ahora mismo hacer un viaje de varios meses en completa soledad, igual proponerse ir sola a comprar ya es un logro.
Cuando hemos localizado el problema y sabemos a dónde queremos llegar, toca averiguar el como. Es posible que sin darnos cuenta hayamos intentado solucionar los problemas del mismo modo sin conseguir el resultado esperado. Es aquí donde te proponemos cambiar esa dinámica encontrando soluciones alternativas. El truco es hacer un brainstorming con todas las alternativas que podamos, a poder ser variables entre sí y sin juzgar estas ideas.
Ahora es cuando toca descartar las ideas que no nos sirven. Debemos valorar los pros y los contra de cada idea que hemos tenido, valorar si nos sirven para solucionar el problema, si nos hará sentir bien esa solución, si va acorde a nuestros valores y el esfuerzo empleado.
Finalmente, tenemos que poner en práctica nuestro plan y comprobar si hemos conseguido nuestros objetivos deseados. Recuerda premiarte por tus esfuerzos, no por tus resultados (los resultados en sí ya son premios), ser comprensivo con tu proceso y habilidades en cada momento. La vida en sí es un aprendizaje y cambio constante.
No obstante, a veces no hay solución para nuestros problemas. O mejor dicho, ahora mismo nosotros no podemos hacer nada para cambiar la situación. Y siento decirte, que hay cosas que simplemente son así, que paradójicamente el destinar todos nuestros recursos para cambiarlas solo conseguirán frustrarnos y nos alejará de vivir el presente en paz (Hayes, et al, 1999; Wilson y Luciano, 2002).
Sin ir más lejos, pregúntate cuantas veces has hecho esfuerzos por cambiar una situación sin obtener los resultados deseados. Es más, el fracaso, dolor o no conseguir siempre lo que deseamos forma parte de la vida (Wilson y Luciano, 2002).
Sí, el dolor y miedo son humanos. Pero el sufrimiento y huir de la vida es opcional. Enredarnos en lo que pudo haber sido, en lo que fue, pensar en lo que podría será nos roba el tiempo de vivir el momento y entender que esto también pasará. Y ante esta visión en la que parece que las personas tenemos tan poco poder para decidir, se nos escapa algo valioso, poco tangible y muy personal; la conciencia. Saber que puedes dormir tranquilo porque haces todo lo que puedes con lo que tienes para estar en paz (que no feliz) contigo mismo y tu entorno (Delgado, 2009) .
Bibliografía
Delgado, L.C. (2009). Correlatos Psicofisiológicos de Mindfulness y la Preocupación. Eficacia de un entrenamiento en habilidades mindfulness. Granada. Edito- rial de la Universidad de Granada. Tesis Doctoral.
D’Zurilla, T.J. y Golfried, M.R. (1971) “Problem Spñving and Behaviour Modification”. Journal of Abnormal Psychology, 78, 107-126.
D’Zurilla, T.J, Nezu, A.M. y Maydeu-Olivares, A (2002).Social Probelm Solving Inventory-Revised (SPSI-R): Technical Manual.North Tonawanda, NY: Multihealth System
Hayes, S.C., Strosahl, K.D., y Wilson, K.G. (1999). Acceptance and commitment the- rapy. NY: Guilford Press. Wilson, K.G. y Luciano, M.C. (2002). Terapia de aceptación y compromiso (ACT). Un tratamiento conductual orientado a los valores. Madrid: Pirámide.